¿Para qué sirve desfragmentar el disco duro?



Todos los usuarios de Windows os habréis preguntado alguna vez para qué sirve ese programa con críptico nombre que está esperando en la carpeta de “Accesorios”. “Desfragmentador de disco“. La verdad es que el nombre asusta un poco. ¿Qué hay que desfragmentar? ¿Hay algo roto? Por ello vamos a intentar arrojar algo de luz y a explicar para qué sirve el desfragmentador de disco, y por tanto para qué sirve desfragmentar el disco duro.

los sistemas de archivos se fragmentan


Imaginad por un momento: tenemos un disco nuevo, límpido, que empezamos a llenar de archivos. Podemos, por ejemplo, instalar un sistema operativo, instalar unos cuantos programas. Ir guardando fotografías, documentos, canciones, los vídeos de las vacaciones. Poco a poco el disco se va llenando y, en principio, no hay demasiado problema: se va cogiendo espacio del que hay disponible. Aunque sí que podríamos ver que los archivos están un poco dispersos: no estarían en sectores contiguos.

Según utilizamos el ordenador, vamos eliminando también archivos, como por ejemplo aquellos discos de música que no nos gustan o que ya hemos escuchado y no queremos volver a escuchar. Y de pronto queremos guardar un archivo muy grande, para el que tenemos espacio, pero no hay un único hueco suficientemente grande, sino muchos huecos más pequeños, por lo que el archivo tiene que fragmentarse, o lo que es lo mismo, dividirse en trozos para utilizar los huecos que hay libres a lo largo del disco duro.

Para almacenar los archivos no es demasiado problema, pero sí que afecta, y mucho, a un parámetro del rendimiento de nuestro PC: la velocidad de lectura del disco. Los discos están continuamente girando (o se supone que es así). Si el fichero está muy fragmentado, el cabezal tendrá que esperar a que la parte de archivo que quiere leer pase por allí, para moverse después a otro sector. La latencia rotacional, como vemos, se incrementa según crece la tasa de fragmentación de un disco. Para esto sirve desfragmentar un disco duro.

Por estar directamente relacionado con la arquitectura de un disco duro, el problema de la fragmentación no se aplica, por supuesto, a los discos duros de estado sólido (SSD). No es necesario desfragmentar un SSD, aunque sí que conviene optimizarlo de vez en cuando (TRIM).

“Suele venir bien”, aunque no es la panacea


Cuando un ordenador “va lento” puede ser por muchísimas y muy diversas causas. Desde que tenga instalado algún tipo de malware hasta que tenga demasiados programas en segundo plano funcionando al mismo tiempo, pasando por no disponer de suficiente memoria RAM. Todo ello contando con que no exista nada parecido a un fallo de hardware o, simplemente, una máquina totalmente obsoleta. Y un sistema de archivos fragmentado en un disco duro mecánico (HDD) es una causa más, aunque cada vez es menos frecuente.

Por una parte, los sistemas de archivos modernos como HFS+, NTFS o EXT no son tan propensos a la fragmentación como los antiguos sistemas de archivos FAT, debido a la manera que tienen de asignar espacio a los archivos que vamos almacenando. El principio es simple: cuanto más grandes son los huecos dejados entre ficheros, más fácil es que nos quepa un nuevo fichero.

¿Cómo debemos desfragmentar un disco?


Disponemos de muchas herramientas para desfragmentar un disco duro y el proceso suele reducirse a abrir una utilidad, seleccionar el disco y pulsar un par de botones. Sin ir más lejos, Windows incluye desde tiempos y versiones inmemoriales una utilidad que, si bien no es demasiado avanzada, sí que debería servir para que todo el mundo se planteara realizar esta labor de mantenimiento de vez en cuando.

No obstante tened en cuenta algunas consideraciones:

  • No hace falta desfragmentar el disco frecuentemente. Es más, la mayoría de herramientas lo indicarán cuando vean un factor de fragmentación demasiado bajo.
  • No hace falta utilizar, ni dejar de utilizar, el ordenador mientras desfragmentamos el disco. Aunque se trata de una operación intensiva en recursos del sistema, por lo que quizá convenga realizara cuando no vayamos a utilizar el ordenador.
  • Podemos programarla para que se realice automáticamente, por ejemplo, una vez cada dos semanas, y de madrugada, cuando no utilicemos la máquina.
  • Es conveniente tener algo de espacio libre antes de desfragmentar un sistema de archivos, recomendándose en torno al 10%. De ese modo nos aseguraremos de que el proceso no se demore demasiado, y de que no perderemos información.


Yo siempre recomiendo la herramienta de Windows por ser más que suficiente. Para ejecutarla, basta con que escribáis “desfragmentar” en el menú de Inicio, y aparecerá. Aunque es demasiado simple, y puede que alguno de vosotros prefiera algo más avanzado. Podemos recomendaros una serie de herramientas gratuitas, como HDisk Defrag, Buzzsaw Defragmenter, MV Defrag o myDefragmenter. Podéis elegir la herramienta que más os apetezca, ahora que sabéis para qué sirve desfragmentar un disco.